¿Sensibilidad dental al frío, al calor, a los dulces? ¡Lee esto!

Sensibilidad dental

Sensibilidad dental

La sensibilidad dental es más que una simple molestia en los dientes; puede incluso dificultar la tarea diaria de comer y beber con normalidad.

Si los alimentos y las bebidas dulces, ácidas, calientes o frías hacen que el contacto sea incómodo, es posible que tengáis los dientes sensibles.

Es muy importante que siempre consultéis al dentista sobre cualquier sensibilidad dental a las bebidas o alimentos fríos, calientes, agrios o dulces.

Alrededor del 57% de las personas sufren sensibilidad dental, lo que hace que se eviten los dulces y las bebidas frías o calientes.

Si tenéis un diente sensible, lo siguiente puede irritar las raíces, los nervios de sus dientes y causar dolor. La sensibilidad dental, independientemente de la causa, puede ser el resultado de la pérdida del esmalte dental.

La pérdida de esmalte hace que los dientes sean vulnerables y más sensibles a los irritantes.

Cuando el esmalte se arruga como resultado de la exposición al ácido, se aceleran las caries y la sensibilidad dental.

Una vez que el esmalte se desgasta, las bacterias y el ácido pueden entrar en los dientes, llegando a la dentina blanda del interior.

El esmalte debilitado hace que los dientes sean vulnerables a las caries y a las fracturas, lo que puede provocar la pérdida de los dientes.

Cepillarse los dientes con un dentífrico abrasivo puede dañar el esmalte. Utilizáis una crema dental diseñada para dientes sensibles y así limpiar a fondo los dientes sin irritar el esmalte sensible que queda.

El uso continuado de una crema dental desensibilizante puede aliviar el dolor asociado a un diente sensible.

Consulta con en nuestras Clínicas Corpodental en qué consiste el blanqueamiento dental profesional y qué tratamientos son los mejores para evitar la sensibilidad.

Si protegéis los dientes de la sensibilidad, podréis disfrutar de vuestros alimentos favoritos y reducir la dolorosa sensibilidad.

Cuidar bien los dientes puede ayudar a que se mantengan sanos y a reducir la sensibilidad a irritantes como el azúcar.

Si os duelen los dientes al comer dulces,  Clínicas Corpodental os anima a visitaros para identificar la causa de la sensibilidad y tratarla rápidamente.

Aunque no podéis resistiros a los postres de la abuela o a las deliciosas galletas recién horneadas, es posible que probar estos alimentos os provoque sensibilidad dental o dolor.

Todo puede llevar a una sobre-sensibilización de los dientes al azúcar y a otras sensaciones como el calor o el frío.

Si los dientes están perdiendo esmalte, pueden ser más sensibles no solo al azúcar, sino también a otras cosas, como bebidas o alimentos muy calientes o fríos.

Una vez que la capa externa del esmalte está dañada, los alimentos azucarados, las bebidas calientes o frías u otros irritantes tienen un acceso más fácil al centro nervioso de los dientes, lo que puede causar un dolor agudo.

Si rechina los dientes, puede dañar los dientes y desgastar el esmalte, lo que resulta una mayor sensibilidad.

Al ignorar el rechinamiento de los dientes de forma regular, puede producirse sensibilidad dental.

El rechinamiento puede causar pequeñas grietas en el esmalte que pueden deteriorarse con el tiempo.

Cuando los dientes no están protegidos, las temperaturas extremas pueden hacer que los dientes sean sensibles al calor y al frío, lo que puede provocar dolor en los nervios.

Cuando las encías se retraen y la capa de cemento queda expuesta, las temperaturas bajas y altas extremas pueden irritar los nervios y causar dolor, haciendo que los dientes sean sensibles a las temperaturas calientes y frías, lo que se conoce como dientes sensibles.

Sin estas capas protectoras, los alimentos muy calientes, pegajosos o dulces pueden entrar fácilmente en los túbulos y llegar a los nervios, causando el fuerte dolor asociado a los dientes sensibles.

Cuando la dentina pierde su capa protectora de esmalte o cemento, estos túbulos permiten que los alimentos calientes, fríos, ácidos o pegajosos lleguen a los nervios y las células del interior del diente.

 

¿Cepilláis los dientes vigorosamente, usando demasiado enjuague bucal para conseguir unos dientes nacarados y una sonrisa más brillante? 

¡CUIDADO!

Estas cosas pueden afectar al esmalte y a otras capas protectoras de vuestros dientes, dejándolos expuestos, lo que puede llevar a la sensibilidad dental, incluso peor, a un daño grave.

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